El desarrollo de las ideas es la punta de lanza que hizo posible la construcción de mundos, de la cultura, de la comunicación, y definitivamente es lo que nos sostiene como humanos hasta la fecha. El asunto es que definitivamente lo que vivimos cotidianamente, se está moviendo de una manera que rompe lo normal, y se establecen esquemas cognitivos propiciatorios de extrañeza, y aceleración de la realidad.
Respirar es un verdadero milagro, en el sentido de la supervivencia, porque eso es lo funcional en estos momentos en la realidad. Los sistemas del gobierno, como el planeta están en un proceso de cambio que no gusta a la eterna derecha, cuya clasificación dada por la ciencia política, se queda en este tiempo corta: ¿la derecha de quién? Una palabra de colocación para designar una actitud mental, misma que ha llevado a muchos pueblos a pagar un precio muy alto.
De derecha, de izquierda, de centro, de centro derecha, de izquierda moderada,y lo mezclan con la palabra democrático conjugados con otras variables
Como sucede en la vida, van de lo blando, a lo tibio, y si es tibio es claudicable, entonces, están o no están, son de centro, o son izquierdosos o no lo son…
Suele tomarse como definitivo la garantía ideológica de estas posturas, suena a que sí pero no, o a como venga el conflicto, a modo pues.
Aunque se escarba en las vicisitudes del mundo político, de si es un ejercicio de servicio, que si es una catapulta del poder, que si son posibles los acuerdos, que el mejor gallo es el que mejor opera y se impone. Si en la política hay posturas ideológicas que han dominado el mundo, los testigos de su gestión no son precisamente quienes más apoyan a éstas ideologías, normalmente esos testigos suelen ser personas, y pueblos enteros.
Por eso en el camino del poder y la política, escuchar y observar se hacen supremamente necesarios.
Cuando la idea inicial se rompe, aquella que es uniforme a todos, peligra el grupo y se establecen mecanismos para ejercer variopintos sucesos que obliguen a la “granja” a alinearse de nuevo al grupo dominante. Es un efecto hasta cierto punto normal.
El asunto es que, en ese camino por alinear los sucesos al interior de la vida social, a veces se acepta sin ver. Ahí radica la importancia de las ideas nuevas, y su caparazón de “peligro” que siempre traen portando. Bombardeados desde los medios, se requiere variar la forma en que consumimos lo que aparece en redes. Coherencia. Será la palabra muy cercana a nosotros de ahora en adelante.
Como conclusión diría que espero que Bolsonaro salga de Brasil, que le den otra oportunidad a Lula, que los poderes fácticos de la Derecha mundial imperialista se vean truncos, y que los electores puedan discernir, entre ese avasallante ente, intrusivo, y lo generoso de las libertades civiles. Que la red digital no nos atrape, y que conozcamos otras formas de abordar la realidad, en el pasado lo hicimos.
Camino de discernir.